viernes, 10 de enero de 2014

Siempre de frente con él






Traemos hoy a bordo a nuestro amigo y maestro Jaime Márquez. 


Ha estado delante de los pasos durante más de medio siglo. Toda una vida dedicada al martillo y a la gente de abajo, en muchas cofradías. Pero sin duda, para los carreteros es ya para siempre Capataz eterno del Stmo Cristo de la Salud.

Colgó definitivamente el traje negro el 12 de Octubre de 2010, mandando el paso de la Virgen del Rosario, patrona de Capataces y Costaleros, día que por cierto nos regaló a parte de su cuadrilla de la Carretería, invitando a participar a costaleros y ayudantes. 


En El Barco del Carbón, queremos brindarle un modesto homenaje de admiración y cariño, agradeciéndole que desde el puente de mando, haya compartido una biografía cofradiera difícil de igualar en nuestros tiempos.




Jaime, su curriculum es realmente impresionante¿ Por dónde empezamos ¿

La primera vez que mandé un paso fue en el año 1961, cuando la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, me nombró ayudante de mi antecesor, que se llamaba José Ruiz Zamora. En este paso fue mi bautizo como capataz.

Al año siguiente, en 1962, la Junta presidida por D. Antonio Bono Calderón, decidió nombrarme Capataz oficial del antes mencionado paso de Jesús. En este cargo estuve 45 años, hasta que la Junta decidió sustituirme en dicho cargo.

¿ Qué pasos ha sacado a lo largo de su trayectoria ¿?

Han sido bastantes. En Alcalá, el mencionado N.P. Jesús Nazareno, he sacado al Cristo del Amor, Nuestro Padre Jesús Cautivo, La Borriquita, Oración en el Huerto, Santo Entierro y Ntra. Sra. De la Soledad, Ntra. Sra del Rosario. De Gloria, Ntra. Sra del Aguila, Ntra. Sra. Del Dulce Nombre, María Auxiliadora….




Antes de hacer memoria de los pasos que he sacado en Sevilla, quiero mencionar que yo empecé a mandar pasos en Sevilla con el capataz profesional D. Manuel Adame Torres, con este gran capataz y mejor persona, empiezo a trabajar en el año 1971 y mando con él mi primer paso en Sevilla, que fue el del Cristo de las Penas de la Hermandad de la Estrella, también llevamos la Amargura, San Gonzalo, Las Aguas, cuando salía de San Bartolomé, el Tiro de Línea, San Esteban, Los Panaderos, la Exaltación, la Mortaja y el Santo Entierro.

Durante estos años la cuadrilla se desplazó  a varias localidades fuera de Sevilla ( Coria del Río, Huelva ), aunque yo no estuve en todas las ocasiones.

Con Adame siempre fui su segundo, y siempre en los pasos de Cristo. En el año 1978, el Sr. Adame se retira y al año siguiente, y recomendado por mi gran amigo Manolo Santiago, firmo contrato como profesional con la Hermandad de San Pedro, para sacar el paso de Madre de Dios de la Palma, y ese mismo año,  con la Hermandad de la Exaltación para sacar la Virgen de las Lágrimas. Estas dos fueron las primeras que saqué como primer capataz.


Para los que le conocemos, está vinculado “ eternamente “ a la Hermandad de la Carretería de Sevilla, Nuestro Padre Jesús en Alcalá de Guadaira y Ntra. Sra. Del Aguila, patrona de Alcalá. Pero de qué otras hermandades o de qué imágenes guarda un recuerdo especial o les tiene un especial cariño?

Como Vds comprenderán, mi mayor recuerdo es para mi hermandad de Jesús, pero tengo un especial cariño a la Hdad de la Estrella, por haber sido la primera de Sevilla. Otro grato recuerdo para la Hdad de San Esteban, donde dejé buenas amistades y muchos amigos.

También recuerdo los años que pasé en los Panaderos, como profesional y más tarde con los hermanos costaleros. 


Por otra parte, siempre se tienen recuerdos para todas, por ejemplo, la de la Trinidad, la de San Pedro, por la importancia de su salida, especialmente la del palio por su complicada puerta. Incluso el Santo Entierro, donde el primer año de Manolo Adame, me mandó al paso de la Canina y al segundo año, puso a Pepe en la Canina y a mí en la Urna, porque le dije que yo era  capataz del Cristo.






De dónde le viene la afición  ¿??

Pues por un tío mío que era en Alcalá el mejor capataz que había entonces. Después de ver varios años como mandaba e influenciado por el vínculo familiar, por ahí me salió la afición al martillo.





Vd nunca ha sido costalero. Hay quienes opinan que se nota la diferencia entre los capataces que han sido costaleros y los que no. ¿ Qué opina Vd. al respecto?

Sobre este tema, tengo la opinión ( que puede ser equivocada, claro está ), de que no es necesario ser costalero para después ser capataz. En la época de los profesionales, había grandes capataces que no habían sido costaleros y otros que sí lo fueron. Por lo tanto, la diferencia podría estar en que aquellos que se han metido debajo, podía saber más de los problemas que había debajo de los pasos y esto podría influir en cierta manera en su forma de mandar. Pero siempre ha habido buenos y no tan buenos, como ocurre ahora con los capataces actuales, sobre los cuales me reservo la opinión porque algunos son amigos míos y otros menos.

En 50 años de capataz, lógicamente ha conocido Semanas Santas muy distintas. Hablemos de la cuadrillas profesionales.

¿Había más o menos afición que ahora?.

Al volver la vista atrás, al cabo de tantos años, pienso que había cosas que se hacían por necesidad, sin que ello quiera decir que no hubiera afición. El costalero, antiguamente, no tenían ensayos como hoy, a veces creo que hacían su trabajo por puro instinto. Se andaba bien. De hecho, cuando salieron las cuadrillas de hermanos costaleros fue con los profesionales con los que aprendieron a andar.

Antes, como digo, no se trataba de afición, o al menos no todo. Era cuestión de pura necesidad. El esfuerzo de un costalero porfesional, que tenían que sacar pasos todos los días de la Semana Santa, era un gran sacrificio. No había relevos y se daban casos de algunos que no podían terminar la “corría” por falta de fuerzas o por lesión.

Hoy es diferente. Los costaleros actuales se toman esto como una afición como otra cualquiera, tanto que los hay que pertenecen a varias cuadrillas. Pero es que además van con relevos, con lo que se aguanta el esfuerzo mucho mejor. Los pasos van más desahogados de peso y de tiempo, ya que los hombres están debajo la mitad o a veces menos del tiempo que tenían que trabajar los profesionales. Hoy en día, los capataces no tienen problemas para formar dos o tres cuadrillas y eso se nota en la forma de andar que yo creo que andan todos muy bien, aunque muy similares unos a otros. Antes había estilos más diferenciados.

¿ Cómo veía el costalero profesional de los 60 / 70 al capataz y como lo ve el costalero de hoy.? ¿Había más respeto entonces ?
Entre ellos, se llevaban bien, había compañerismo y “grupitos” ¿?

En la época de los profesionales, el capataz era un señor que, por unos días se convertía en el jefe y, como era la persona a la que el costalero iba a pedir trabajo para ayudar en su casa, cuando el capataz decía algo, todos los respetaban, y recuerdo que en muchas ocasiones, al igualar, le decían a Adame, “ D. Manuel, yo voy donde Vd. me ponga que para eso es quien manda “, sin rechistar ni discutirles. Eran muy respetados.

En esta época, se respeta también mucho al capataz, pero la juventud, la forma de ser, el amigo, el protegido que quieren meter en la cuadrilla, y otras razones, hacen que a veces los capataces se vean presionados por los mismos costaleros y también por las Hermandades.

Los profesionales se veían una vez al año, en la primera cofradía que tuvieran que sacar. A pesar de esto, entre ellos había mucho compañerismo y no eran frecuentes los “grupos”, ya que apenas se veían una o dos veces al año.

Yo siempre digo que el costalero debe ser compañero, amigo y después costalero. Con estos conceptos se hace un grupo de unión, esfuerzo y solidaridad, todo lo cual termina redundando en beneficio de la cuadrilla, del capataz, de la cofradía y de la Semana Santa en  general.

Es verdad que hoy existen “grupitos” que no benefician a nadie y resultan perjudiciales para el buen comportamiento de las cuadrillas. Yo creo que por un lado son la consecuencia lógica de haber ahora muchos más costaleros que antes, pero también es cierto que muchas veces crean división entre las cuadrillas


En aquella época, cómo era la forma de andar respecto a la de ahora. Se tocaban más o menos marchas ¿? ¿ Cree que la forma de andar de las cuadrillas ha evolucionado a mejor ¿?

Bueno, como he dicho antes, los profesionales andaban muy bien, y como la transición al formato actual se ha producido aprendiendo de ellos, pues hoy también andan muy bien.  Todo influye, como digo, el tener costaleros de refresco de sobra, ayuda a que los pasos siempre anden bien. También las bandas han evolucionado a mejor en interpretación, lo que ayuda al lucimiento de los pasos, ahora más que antes.

Entonces, no había apenas relevos.  ¿Se trataba sólo de una cuestión económica ? Ahora se igualan para algunos pasos, 2 ó 3 cuadrillas, con sus “picos”. ¿De verdad hacen falta tantos costaleros?

Bueno, básicamente sí era una cuestión económica. Las hermandades pagaban solamente los hombres que calzaban los pasos. Por lo tanto, lo normal era que hubiera una sola cuadrilla que eran los mismos los que sacaban todos los días de la Semana Santa, las Hermandades que tenía contratadas el Capataz. Por tanto no había relevos; ya digo que aparte de la afición que pudiera tener cada uno la motivación económica era muy importante.

Hoy en día, sobran costaleros para cualquier cofradía, y es que ser costalero, hoy en día es realmente una “afición” a sacar pasos, da igual el que sea. Por lo tanto, es normal que un capataz tenga gente para llevar 2 o 3 cuadrillas.

En mi opinión esto tiene un inconveniente principal, y es que prácticamente es inevitable la formación de grupos internos en las cuadrillas que fomentan la división entre los costaleros.

Pero la gran ventaja es que el paso puede andar siempre bien, y de forma más homogénea y desahogada, con mucha fuerza en las levantás, y en las chicotás,sin importar el número de horas que llevan en la calle.

¿ Como ve hoy en día el mundo del martillo ?. 
¿Hay mejores capataces o peores ? ¿ En qué se diferencia la forma de mandar de antes con la de ahora?

Aunque no creo que yo sea el más indicado para hablar de los capataces, diré no obstante, que, como todo en la vida, los hay mejores y peores. En algunos se nota la falta de experiencia y en otros deja mucho que desear su comportamiento delante de los pasos. Yo considero que el capataz debe ser una persona seria, educada, con personalidad, autoridad y dotes de mando. Con capacidad para saber mandar a sus hombres con las palabras justas y adecuadas, según requiera el momento por la dificultad del sitio por donde tenga que pasar el paso y no hacer del mando un espectáculo para el público presente. A veces se oyen frases poco adecuadas y que rozan el ridículo.






Desde su retirada en el 2010, nuestra Hermandad de la Carretería no ha vuelto a salir a la calle. No podemos por tanto valorar como ha evolucionado después de su marcha. Se atreve a dar una opinión del futuro de la cuadrilla??.

Esta pregunta, permitidme que no la conteste hasta que no se vea que pasa en la próxima salida del año 2014.
Creo que sería prematuro opinar sobre algo que no se ha podido comprobar todavía, aunque yo espero que la cuadrilla formada por el nuevo capataz responda a la perfección para bien de nuestra Hermandad. Mientras tanto, esperemos acontecimientos.

¿ Cómo fue su llegada a nuestra Hermandad ¿?

Yo llegué a la Carretería en el año 1991 de la mano de Pepe Andréu, entonces Capataz General de la Archicofradía,  que me llamó para llevar el paso de Nuestra Sra. Del Mayor Dolor.

No sin esfuerzo, ya que en la Madrugá yo sacaba mi Hermandad de N.P. Jesús en Alcalá acepté la invitación y desde entonces pertenezco a la Carretería.

Mandé el paso de palio durante cuatro años, hasta que el capataz fue elegido Hermano Mayor y yo fui nombrado Capataz General. Posteriormente hubo algunos cambios y pasé a ser capataz del paso de Misterio del Xto de la Salud, hasta mi retirada.

Cuéntenos alguna anécdota de su larga historia de capataz.

Los 20 años que he sido capataz de nuestra Hermandad me han dejado huella de muchas cosas, no sólo como capataz sino también por las personas, y me ha dado la ocasión de tener muchos y buenos amigos como son Vds.

En 50 años se viven tantas cosas que no acabaría este relato nunca.
Pero la verdad es que los acontecimientos que más me impresionaron fueron de índole parecida, y fueron la rotura de la Cruz del Señor en 1991, y en 1977 en que, curiosamente también se rompió la Cruz de N.P. Jesús en Alcalá. Fueron los hechos que más me marcaron aunque no muy agradables.

Aunque esté feo personalizar, díganos de los capataces y costaleros que ha conocido a lo largo de tanto tiempo, si hay alguien a quien le gustaría recordar o  agradecer especialmente.

Siempre, mi recuerdo emocionado para mi maestro D. Manuel Adame Torres y a mi gran amigo Manuel Santiago

Por último hablemos de su despedida. Una despedida sonada, porque el año 2010 fue realmente especial.



En el año 2010, viví una de las cosas más importantes que como Capataz de la Carretería me ha sucedido.

Recuerdo con gran emoción y al mismo tiempo con gran satisfacción cuando en el otoño anterior  , el Consejo General de Hermandades y Cofradías, designó a la imagen del Stmo Cristo de la Salud, nuestro titular, para que presidiera el Via Crucis de Sevilla.

Este acto, uno de los más importantes de nuestra Semana Santa, fue para mí muy emocionante pues coincidía con mi despedida como Capataz. Llevar al Señor en el Vía-Crucis, para mí fue como el golpe de llamador que culmina mi larga vida como Capataz de Sevilla.

¿ Cómo vivió aquellos momentos ?


Relato como fue la llamada del entonces Hermano Mayor, D. José María Sainz Estrada. 

Una tarde noche, sobre las diez, recibo la llamada del citado Hermano Mayor, comunicándome que ha sido elegido nuestro Cristo de la Salud para presidir el Vía Crucis.

Tan impresionado quedé por la noticia que al principio pensé que bromeaba, aunque lógicamente José María me contestó:  “ Por Dios Jaime que esto es una cosa muy seria.”  Le respondí con una exclamación de satisfacción indescriptible. Todo era una sensación de felicidad y grandeza.  

A continuación vinieron los preparativos y la organización, que fueron un cúmulo de actos y reuniones que me sirvieron para aprender muchas cosas de nuestra querida Hermandad y de Sevilla entera.







Y el día del Vía Crucis ?

El día del Vía Crucis fue para mí de total emoción, la cual apenas puedo describir con palabras.

Aquel día, en la capilla, poco antes de iniciar el recorrido, el Hermano Mayor me indica que en la Capilla estaba el Sr. Presidente del Consejo, que quería ser portador del Cristo de la Salud en su salida.

Como capataz y responsable, lo igualé en el sitio adecuado, y así el Sr. Arenas fue costalero de nuestro Cristo en ese día tan señalado. Al despedirse, con un fuerte abrazo, agradeció haber “pertenecido” a la cuadrilla de la Carretería trasladando palabras de aliento y agradecimiento para todos.

Asimismo, fueron muy emotivas las visitas a la Hermandad del Baratillo, Convento de San Buenaventura y Hermandad de Jesús Despojado, con la presencia en esta última de una coral que engrandeció el acto. Mi agradecimiento y recuerdo a sus hermanos y Juntas de Gobierno.

Y por supuesto, la llegada a la Catedral, el desarrollo de las 14 estaciones, la homilía del Sr. Arzobispo y la breve conversación que mantuvimos. Recuerdos maravillosos para un día excepcional.





A la salida de la Catedral, una vez terminado el Vía Crucis, nos sorprendió la lluvia, cosa nada extraña tratándose de la Carretería, pero pudimos terminar tan importante acto sin nada que lamentar.

Es hora de despedirse maestro.........

Siempre se quedará alguien en el tintero, pero quisiera agradecer a tantas personas que el día de mi nombramiento, me enviaron sus mensajes de felicitación y apoyo.

Igualmente, agradecer al Hermano Mayor D. José María Sainz y a toda su Junta de Gobierno, las atenciones para con mi persona, el ánimo que me inculcó siempre y el reconocimiento, amistad y apoyo de todos ellos por mis años colaborando con la Hermandad, y como no, por el precioso homenaje de despedida que me ofrecieron. No quiero olvidarme de Antonio, el capiller, que fue un gran amigo para mí.


Nuestro recordado Antonio Castro, le dedica a Jaime emocionadas palabras el día de su despedida. Se querían como padre e hijo, hijo y padre. Ahora, igualan juntos en el Cielo y se asomarán todos los Viernes Santos al balcón de las Estrellas para ver a su Barco del Carbón, acompañados de nuestro amigo Manolo Arenas. Qué tres patas para un banco ¡¡¡¡¡¡









Y hablando de mi despedida, no tengo más remedio que dar las gracias con emocionado recuerdo a “mis” costaleros, ayudantes y colaboradores y a todos los hermanos y amigos presentes aquella noche que para mí ya es inolvidable.

Muchas gracias por sus palabras y su tiempo, Señor Capataz

Gracias una vez más a todos y a Sevilla entera, por lo que aprendí y por lo que sentí tantos años siendo Capataz de Sevilla



El Barco del Carbón
Fotos: Arte Sacro, J.Baena,J.A.Martín, Los del Costal,


1 comentario:

  1. Muy buena la entrevista a un caballero del martillo, al que la Hermandad le debe agradecimiento.

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Gracias por su comentario en "El Barco del Carbón"